miércoles, 31 de diciembre de 2008

Las vacaciones (2)

En la entrada pasada hable de lo que mucho que me molestan algunas cosas de Acapulco, en esta segunda entrada platicare de lo que me gusta y me gusta mucho...

Desde que me subí al autobús en Taxqueña sentía una emoción peculiar un ligero cosquilleo en la panza que al principio atribuí al exceso de fibra en la cena la noche anterior, sin embargo llegue a la conclusión de que se trataba de emoción, la misma emoción que sentí al ir por primera vez a Acapulco cuando era niño, desde el momento de elegir el autobús (aun no hay para avión y dudo ir en avión aun cuando pueda hacerlo) sentí como las emociones y la expectativa de la visita al origen de la vida llenaban mi imaginación y nublaban mi razón desde la entrada al moderno SUPERTUNEL se siente el ambiente húmedo típico del lugar que en combinación con el aire acondicionado del autobús ejecutivo nos parte la madre en la garganta.

Al ver la entrada del parque papagayo la emoción aumenta ya que estamos a unos pasos del mar.

El cruce por el anecdótico Tabares hace aun mas polémicas las emociones, sin embargo el lugar mencionado no atrae mi imaginación y mucho menos mis recuerdos.

Lo que no deja de asombrarme es el momento en el que se cruza la avenida y observo la bahía de izquierda a derecha, empezando por playa hornos, playa suave, etc… hasta donde la bahía parece cerrarse para dar la bienvenida a los cruceros que llegan a la terminal, y cuando estos se van parece despedirse de ellos con un abrazo, en total he ido a Acapulco como 5 veces en toda mi vida y en ninguna me a dejado de maravillar de la forma en la que lo narro, no tengo punto de llegada favorito, ya que puede ser una breve estancia en las pequeñas y sobre explotadas “caletas” o una prolongada estancia en las playas comerciales como playa suave, playa hornos, con algo de suerte colarme en playa tamarindos, el feroz revolcadero o la caída abrupta del macizo continental en puerto Márquez y pie de la cuesta, es genuinamente una experiencia única en cada visita, no dejo de impresionarme al ver uno que otro pez vivo en la playa roqueta….



Las vacaciones (1)

Como lo mas seguro es que como en otras ocasiones solo yo termine leyendo esto lo dividiré en varias partes y aquí la crónica...
Del 26 al 29 de Diciembre de 2008 accedí con mi familia a unas vacaciones en Acapulco con todo y mis prejuicios sobre el lugar más no sobre mi gusto por el mar y por el mismo Acapulco. Cabe señalar que me encanta Acapulco, me encanta la bahía, la salida al mar abierto en puerto marques los paseos en lanchitas con fondo de cristal, el paseo en el puerto de altura, y todo eso que se supone debería ser “típico” del puerto, lo que definitivamente me hace encabronar es que de cada 10 autos 7 son del DF y de los otros 3, 2 son taxis y uno son malditos camiones, me encabrona ir a ver ridículos borrachos en plena playa, me encabrona oír a todos esos pendejos decir “en la noche nos vamos a la party en el baby” o en algún otro puto lugar de esos antros, me encabrona oír que los costeños me digan amigo por a huevo venderme algo, me encabrona que saquen animales del mar y los maten para venderlos como recuerdo, me encabrona ver gente fumando en la playa y lo que mas me encabrona es ver trafico como si del crucero de reforma y periférico en día de quincena de aguinaldo se tratara y además en viernes.